mo todos sabemos Santa Ángela de la Cruz era una monja de la capital de Sevilla, también conocida como “Madre de los pobres”. Nació el 30 de enero de 1846 en la provincia de Sevilla, en el seno de una familia sencilla.
Se cuenta que un día, siendo aun muy pequeña, desapareció y todos la buscaron. Todos menos su madre que enseguida adivinó donde estaba: en la iglesia. Allí la encontraron rezando y recorriendo los altares. Ya mayor dirá: "Yo, todo el tiempo que podía, lo pasaba en la iglesia, echándome bendiciones de altar como hacen las chiquillas".
En 1865 se cierne una oleada de cólera sobre Sevilla que azota a las familias pobres, Ángela se multiplica para poder ayudar a esas familias, y en ese mismo año pone en conocimiento de su confesor, el padre Torres, su voluntad de "meterse a monja", con 19años.
Después ingresó en las Hermanas de la Caridad. Llegó a vestir el hábito, pero hubo de salir del convento al enfermar. Viendo que no podía ser monja en el convento, se dijo a sí misma: "Seré monja en el mundo" e hizo los Votos religiosos. Todo el resto de su vida estaría marcado por el signo doliente de la Cruz, pero también por la felicidad de quien se siente "luz en el mundo mostrando una razón para vivir".
El día 8 de diciembre de 1944, ingresó en la Compañía de la Cruz. Tomó los hábitos en 1945, profesó temporalmente en 1947 e hizo los votos perpetuos en 1952.
Su muerte ocurrió en la madrugada del dia 2 de marzo de 1932, junto con sus hermanas, a las tres menos veinte de la madrugada alzó el busto, levantó los brazos hacia el cielo, abrió los ojos, esbozó una dulce sonrisa, suspiró tres veces y se apagó para siempre. Sus últimas palabras habían sido:
"No ser, no querer ser; pisotear el yo, enterrarlo si posible fuera..."
El Papa Juan Pablo la beatificó en Sevilla el 5 de noviembre de 1982, proclamándola Santa el 4 de mayo de 2003.
Uno de los milagros que concebida Santa Ángela fue en 2004, cuando Ana María, una niña de La Palma del Condado recupera la salud tras encomendarse su familia a Madre María de la Purísima. Tenía tres años cuando estuvo a la muerte porque se le rompió el cable del marcapasos y salió del hospital en silla de ruedas, sin hablar y desconectada del medio. Hermana Valle de María le dió una estampa de Madre María de la Purísima y la madre la pasó por la cabeza de la niña. Al poco, la niña dijo que quería andar. Se dio cuenta de que estaba lloviendo y avisó a su madre de que su hermana pequeña iba a salir descalza al patio.