Hoy es el cuarto domingo de Adviento se enciende la última vela de la Corona de Adviento como símbolo de que el Señor está cerca y viene a traernos la alegría de la paz. Aquí la liturgia para orar junto con María, quien es “Morada de la Luz”.
Se recomienda poner en un lugar especial la corona de Adviento con alguna imagen de la Virgen, crear un ambiente de recogimiento con poca luz, nombrar a un lector especial, así como a un monitor principal, que puede ser el papá o la mamá. Para iniciar la oración, las tres primeras velas deben estar encendidas.
La presencia del Señor Jesús entre nosotros nos llena de gozo y alegría. Es la Madre quien nos lo hace cercano, quien permite que esa Luz llegue a nosotros e ilumine nuestra vida. En compañía de Santa María encendamos la última vela de nuestra corona de Adviento mientras cantamos.
Hoy se enciende una llama en la corona de Adviento que arda nuestra esperanza en el corazón despierto y al calor de la Madre caminemos este tiempo. Un primer lucero se enciende anunciando al Rey que viene preparad corazones allánense los senderos. Crecen nuestros anhelos al ver la segunda llama nacer como dulce rocío vendrá el Mesías hecho Niño. Nuestro gozo hoy quiere cantar por ver tres luceros brillar con María esperamos al Niño con alegría. Huyen las tinieblas al ver cuatro llamas resplandecer ya la gloria está cerca levanten los corazones.